En el mes de enero de 1754 la junta general de la Venerable Orden Tercera de los frailes Alcantarinos establecida en el convento e iglesia de San Gregorio de Orihuela, acordó encargar una escultura de Nuestro Padre Jesús de la Caída. La imagen fue realizada apenas cuatro meses por el insigne escultor murciano Francisco Salzillo y Alcaraz y bendecida en el Palacio Episcopal de Orihuela por el obispo Juan Elías Gómez de Terán. Tras la bendición fue trasladada al convento de san Gregorio, donde, en capilla propia, recibió culto por los fieles y devotos oriolanos.

En 1852, el hermano mayor de la Orden Tercera con sede en la iglesia San Gregorio, Santiago Rebagliato solicitó a la V. O. T de San Francisco participar el Viernes Santo en la mañana con la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Caída, obra de Francisco Salzillo (1754). La solicitud fue aceptada iniciándose la andadura de este paso procesional en la Semana Santa oriolana. Para participar en la procesión general, la V.O.T. de los Alcantarinos, organizan aquel año y por primera vez una procesión el día de Martes Santo, cuyo recorrido se iniciaba desde la iglesia de San Gregorio Thaumaturgo y concluía en el Santuario de Monserrate. 

Unos años después, en 1859 se encarga al escultor valenciano Felipe Farinós Tortosa las imágenes que conforman el grupo escultórico como hoy lo conocemos, compuesto por un sayón un cirineo y un soldado romano. Posteriormente, la imagen de Jesús, será levantada y cargada con una cruz sobre su hombro derecho, rompiendo el esquema salzillesco que le había dado Felipe Farinós, buscando quizá la semejanza con el patrón popular de Orihuela, la impactante imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Durante la segunda mitad del siglo XIX y hasta bien entrado en el siglo XX, los gastos y la organización de la procesión del Martes Santo corrieron a cargo de la Venerable Orden Tercera de San Gregorio propietaria y custodia de la imagen. Así fue hasta que Ramón Montero Mesples, gran impulsor de la Sociedad Compañía de Armados, se hiciera cargo de todo lo referente a la procesión, como patrono y mecenas.

En 1927, tras la muerte de Ramón Montero, un grupo de jóvenes oriolanos fundó el 25 de mayo de 1927 la cofradía del Perdón para dar el debido culto a la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Caída en la que fue iglesia de San Gregorio del convento de los frailes alcantarinos de la ciudad de Orihuela, manteniendo la tradición que desde 1852 se venía realizando. Este grupo de jóvenes estaba encabezado por Evaristo Cárceles Soriano, quien fue el primer presidente de la cofradía.

Desde aquel año y hasta la actualidad, la cofradía ha incrementado el número de pasos procesionales, enriquecido sus enseres y atavíos, y aumentado el número de cofrades que cada Martes Santo acompañan a Nuestro Padre Jesús de la Caída, María Santísima del Perdón, a la Santa Mujer Verónica y al Cristo del Calvario por las calles de la ciudad de Orihuela como expresión pública de fe.

Mariano Cecilia Espinosa

Gemma Ruiz Ángel